Tengo una mala noticia para su ego. Usted probablemente cree que es un librepensador, que analiza la realidad, sopesa los argumentos y elige racionalmente su postura política.
Lamento decirle que es mentira,
lo más probable es que su indignación, sus miedos y su voto hayan sido cuidadosamente cocinados en una oficina con aire acondicionado en Silicon Valley. Usted no está debatiendo política, usted es una rata de laboratorio en un experimento de comportamiento masivo, y la recompensa es la dopamina que siente cada vez que le da «like» a alguien que insulta a quien usted odia.
Usted está siendo manejado por el titiritero invisible, el algoritmo de su red social favorita, y para sorpresa suya, ese algoritmo no tiene ideología. No es de izquierda ni de derecha, y su único objetivo es que usted no suelte el celular.
¿Y qué es lo que más retiene la atención humana? ¿Un debate técnico sobre el déficit fiscal? No. Lo que nos atrapa es la ira. El algoritmo aprende rápido. Si usted se detiene 3 segundos a ver un video de un candidato diciendo una barbaridad, el sistema dice: «¡Te tengo!» A este usuario le gusta indignarse con el Candidato X, vamos a mostrarle 50 videos más de ese candidato. Haciendo de usted un idiota para que no se vaya nunca. Si usted es del Bando A, el algoritmo solo le mostrará las noticias más estúpidas, violentas y ridículas del Bando B. Le ocultará a la gente sensata del otro lado y le pondrá en primer plano a los extremistas.
El objetivo es convencerlo de que «los otros» no son personas con ideas diferentes, sino monstruos irracionales,
y usted termina odiando a vecinos y familiares basándose en una caricatura distorsionada que su pantalla le ha servido en bandeja de plata.
El algoritmo ha hackeado su propio cerebro, es hora de despertar de la Matrix. Esos ingenieros en California no están preocupados por la democracia de su país; están preocupados por vender publicidad, y la polarización vende.
La próxima vez que sienta que la sangre le hierve por un post, deténgase, respire, recuerde que eso fue puesto ahí específicamente para provocar esa reacción.
El verdadero acto de rebeldía hoy es confundir al algoritmo, siga a gente que le cae mal, lea argumentos que le incomoden y, por el amor de Dios, no le regale su atención a lo que solo busca enfurecerlo. Recupere su cerebro.,no deje que un código binario decida quiénes son sus enemigos.
#Reflexión
